Tips para una práctica de Yoga personal en casa

Con la pandemia, se popularizó la práctica de Yoga y otras disciplinas en casa. Lo que hace unos años podría haber resultado complejo, hoy es parte de nuestra cotidianeidad. De hecho, esta web nació a partir de este cambio. Sin embargo, al momento de comenzar a practicar puede parecer extraño, sobre todo cuando queremos practicar solos. Por este motivo, para quienes están empezando con esta modalidad, les dejo algunas simples recomendaciones (a modo de sugerencia), para una práctica diaria:

1. Prepara tu espacio. Busca un lugar tranquilo en tu casa, crea un ambiente que te guste y sea agradable (enciende una vela, incienso, pon música relajante, o incluso puedes preparar un altar). 

2. Calma tu mente. Cierra los ojos y presta atención a tu cuerpo y respiración, desconéctate del exterior. Puedes poner música o mantras de fondo que te ayuden con este propósito, o solo disfrutar del silencio. 

3. Calma tu respiración. Deja que suavemente tu respiración se calme. Recuerda que esta debe ser nasal y abdominal.

4. Activa articulaciones. Mueve con suavidad y respeto tus principales articulaciones, preparando tu cuerpo de forma amorosa y respetuosa. Elimina tensiones, especialmente de cuello, hombros, muñecas y tobillos. 

5. Parte con Surya Namaskar. Puedes comenzar la práctica con los Saludos al Sol A ó B, según tu preferencia. A modo de recomendación, parte con 4 a 7 Surya Namaskar A, deteniéndote por 4 respiraciones en AdhoMucka; luego 4 a 7 Surya Namaskar B.

6. Deja fluir el movimiento. Práctica las secuencias o posturas que más te gusten, o aquellas que representen un desafío, por el tiempo que quieras. Es tu práctica, ¡elije qué quieres hacer! A modo de recomendación, mantener unas 4 a 7 respiraciones por postura.

7. Descansa en Savasana. Acuéstate sobre el mat, cierra los ojos y vuelve a conectar con tu respiración.

8. Incorpórate, observa lo que ocurre en tu cuerpo, mente y espíritu, y agradece

Recuerda que la práctica es personal, por lo que lo más importante es escuchar tu cuerpo y dejar fluir el movimiento al ritmo de la respiración.